M.P.Valle | La Voz de Galicia
Igual de bonito que el Belén viviente de Vimianzo fue también el que los
pequeños de Carballo representaron en la iglesia de San Xoán después de
la misa del día de Navidad. Siguiendo las instrucciones de sus
catequistas y del párroco, Xosé García Gondar, los pequeños actores se
metieron de lleno en sus papeles he hicieron creer a más de uno que los
pastorcillos, los ángeles, San José y la Virgen María se habían dado una
vuelta por la parroquia. Es una preciosa tradición que debería llevarse
a cabo en toda la Costa da Morte.
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